02 de Julio de 2017
La Isla de Gran Canaria acoge este fin de semana el VII Encuentro Interinsular de Motos Clásicas y Antiguas (Concentración turística para vehículos históricos) que reúne a motocicletas clásicas y auténticas piezas de coleccionista. Un encuentro promovido por el Club de Motos Clásicas y Antiguas de Gran Canaria y que se desarrollara de acuerdo con el Código de Manifestaciones de la FIVA, bajo el Reglamento General para Concentraciones Turísticas de la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA).
Los aficionados pueden ver durante la mañana esta impresionante muestra de motos clásicas en San Mateo
En esta séptima edición de este encuentro interinsular, la organización ha conseguido reunir una importante colección de motos privadas, que rara vez pueden verse reunidas y circulando por las carreteras de la isla, como parte viva de la historia de Canarias. En el evento se admiten motos fabricadas, al menos, 25 años antes de la fecha del evento y que, además, deben cumplir las normativas vigentes para su circulación por las vías públicas.
Los aficionados a las dos ruedas de todas las edades han podido disfrutar de sus joyas clásicas durante todo este fin de semana y han podido disfrutar de una atractiva cita de convivencia y de intercambio de experiencias durante un encuentro que ha tenido como sede operativa el Parador de Tejeda y el municipio de San Mateo.
GALERÍA DE FOTOS DEL VII ENCUENTRO DE MOTOS CLÁSICAS (PINCHA AQUÍ)
Un evento dirigido por el equipo del Club de Motos Clásicas y Antiguas de Gran Canaria que ha contado con la presencia de coleccionistas, restauradores y organizadores de eventos de clásicas, venidos desde otras islas e incluso desde la península, y cuyo objetivo es poner en valor la cultura motera y dar a conocer algunas de las innumerables joyas que existen en las islas a través de una completa y detallada exposición de máquinas de carretera, de motocross, de velocidad o de trial de las marcas más emblemáticas de la industria española, británica, alemana, francesa e italiana, que eran el objeto de deseo de los motoristas de las décadas de los años 70 y 80 del pasado siglo.
“La participación nos ha dejado un grato sabor de boca”, afirmaba Cristóbal Ramírez, presidente del club organizador. “Nos produce una alegría tremenda contar, cada año más, con el respaldo de los auténticos entendidos en la materia y, sobre todo, por los jóvenes que se sienten contagiados por esta pasión de las motos con historia”, continuaba. “Cada una de las máquinas aquí expuestas, tiene detrás una larga historia, una parte de nuestra historia, del trabajo de los artesanos o de los que a modo de detectives, siguen las pistas de hierros perdidos en el tiempo”, concluía.
Alrededor de este mundo de las motos clásicas, algunas de ellas verdaderas piezas de coleccionista, florecen las historias más pintorescas que puedas imaginar; desde personas interesadas en las motos de sus padres o abuelos, a gente que te cuenta relatos de una vida en la que las motos tuvieron gran protagonismo. Gente que busca comprar algún modelo exclusivo que tuvieron cuando eran jóvenes y que siempre les gustó o quienes esconden en el alpendre de su finca una joya que espera ser restaurada para devolverle su esplendor.